Origen

Vidas ajenas y propias que se cruzan en un aire anónimo, sin patria, sin trinchera...Las canciones son de aire, de asfalto, de esporas. Son de ti, de mí, de nosotros, de nuestra historia. Emanan del viento o del silencio. El goteo de un grifo y su eco es un latido, una pulsación, una métrica instantánea para levantar el vuelo y sonar.

Hago canciones por necesidad, por terapia, por osadía, por imitar la inmortalidad del mar y permanecer siempre en el aire levemente sostenido. Hago canciones y hago el amor, porque hacer lo que sea ama es hacer el amor más allá de cuerpos o de salivas, de restos de ropa interior por el suelo. Hago canciones para reinventarme en cada melodía, para recordar lo mirado alguna vez, para imaginar la silueta de otras vidas, para nunca olvidarme de crecer, para nunca olvidar que las canciones se alimentan de nuestras neuromas como de nuestros días, y nuestros días son únicos e irrepetibles.

Amo las canciones, las propias y las ajenas. Son la pista central de mi circo: el mayor espectáculo del mundo. Son máquinas del tiempo, pequeños frascos de fragancias, cajas llenas de cartas, álbumes de fotos, historias de mañana, lluvia en los cristales, la luz de los veranos, el olor a café en grano recién molido, el tímido tacto de la mano que sientes cómo por primera vez coge tu mano, las calles del barrio donde crecimos, la tristeza de las ausencias, la sonrisa al recordar lo que te hacia sonreír, estados de ánimos, el penúltimo brindis al amanecer, el descalzado sonido de los pasos, la primera vez y todas las demás, un patio y un balón para ochenta niños, el viaje en el que te hubieras quedado viviendo,el grito que necesitas echar, una tarde de domingo, un orgasmo, un escalofrío, la violencia de la tristeza, el idioma y los bailes contigo  o una vida entera...Todo cabe en el poder de las canciones... de las canciones...las canciones...canciones...

Sea feliz!!!